Por Nelly Segura Granados
México, 15 Feb (Notimex).- Por 10 pesos, vendedores ambulantes en las líneas 9 y 2 del Sistema de Transporte Colectivo Metro ofrecen silbatos metálicos con una correa para ser usado, principalmente por las mujeres, en caso de sentirse en peligro de acoso o secuestro.
Mary, comerciante en este medio de transporte, vende los silbatos en el transbordo de ambas líneas, en la estación Chabacano, donde los artículos se colocan bien, sobre todo después de que en redes sociales se dieran a conocer diversos casos de mujeres que fueron víctimas de intento de secuestro.
’Adquiere tu silbato; cuídate y cuida a los que más quieres’ … ’Para evitar robos y secuestros y viajar sin miedo’, pregona con su atención dirigida a las mujeres, quienes son las principales consumidoras del artículo.
’Algunas lo guardan en sus mochilas pero otras se lo cuelgan en el cuello, prefieren prevenir’, comenta la vendedora con un manojo de silbatos que vende con rapidez, pues algunas compradoras llevan dos o más, para sus hijas o conocidas.
Una de ellas es Paz Ramírez, quien compró tres silbatos y explicó que aunque nunca ha sido víctima de ningún delito en las instalaciones del Metro, prefiere prevenir por lo que entregará estos instrumentos a sus familiares.
De acuerdo con la procuradora general de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, del 30 de enero al 11 de febrero se iniciaron 48 carpetas de investigación por ilícitos cometidos en el Metro, de las cuales 45 fueron por intento de secuestro.
Por ello, abundó, se instalaron las Células Estratégicas para generar confianza en las mujeres e incentivar la denuncia de estos casos de intentos de secuestro.
Esta semana, la funcionaria dio a conocer que en la comisión de delitos participan dos o más sujetos que buscan a jóvenes que caminan solas y van distraídas mientras usan el celular, con una filiación de cabello largo de color oscuro, complexión delgada, de entre 18 y 24 años, con vestimenta propia de estudiantes.
Refirió que los sujetos abordan con violencia verbal y en ocasiones física a estas mujeres para intimidarles o fingen que tienen una relación con ellas para obligarlas a subir a vehículos estacionados afuera de las estaciones del Metro.