ESTADO DE MÉXICO, (17 de enero del 2023). La semana pasada fue crucial para el escenario político mexiquense, con la definición de las dos coaliciones que definirán el gobierno estatal por los próximos seis años y que será un termómetro de la renovación presidencial en 2024.
Las alianzas, que si bien estaban políticamente cantadas desde hace tiempo, concluyeron con la incorporación de Nueva Alianza a la alianza Va por el Estado de México, traicionando a su propia militancia y a sus aliados de Morena que le dieran el registro como partido en la pasada elección.
Lo que no sorprende, es el cinismo político con el que Mario Cervantes Palomino trata de justificar el distanciamiento político con Morena, quien so pretexto de “valoraciones con su militancia” determinó refugiarse en el PRI con la esperanza de cobijo político ante su eventual retiro como dirigente partidista.
Lo cierto es, que en un acto de prostitución política Cervantes Palomino estuvo jugando con los liderazgos de ambas coaliciones, solicitando audiencias con el PRI y con Morena para entregarse al mejor postor; sin embargo, nos cuentan que estiró tanto la liga que recibió tremendo golpe de realidad en ambos casos, pues le hicieron saber que con un dirigente que está impugnado en los tribunales por su propia militancia y que no cuenta con el respaldo del magisterio, no era posible firmar una candidatura común para negociar su registro como partido y entregarle las posiciones que exigía.
Con las puertas cerradas en Morena, Mario Cervantes Palomino no tuvo más remedio que aceptar las condiciones del priísmo y firmó un convenio alianza electoral que para los que saben, es la crónica de una muerte anunciada para Nueva Alianza, ya que sin el gremio magisterial y sin estructuras, es prácticamente imposible que el solitario dirigente logré el número mínimo de votos para conservar su registro como partido local.
El acuerdo electoral es muy sencillo: Nueva Alianza y la pérdida de su registro a cambio del manejo de un año más de prerrogativas y tres posiciones de medio pelo en la administración estatal destinadas a Palomino, su hijo el regidor de Ecatepec, Mario Cervantes Montero y Efrén Ortiz.
Ya en la coalición PRI-PAN-PRD no mejoran las cosas para Palomino, debido a que las estructuras de NA que le prometió Alejandra del Moral, resultó que en la primera verificación realizada por el PRI se dieron cuenta que son estructuras de papel, pues según testimonios recibieron el llamado ciudadanos que se distanciaron del partido turquesa ante los actos de corrupción y el secuestro de este instituto político.
Si bien el plazo para registrar alianzas electorales ya terminó, lo cierto es que amás tardar el 24 de enero el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) ratificará la validez de la coalición PRI-PAN-PRD-NA y será a partir de esa fecha en la que se presentaran las impugnaciones a esa coalición.
Quienes han manifestado ejercer su derecho a impugnarla y desconocer cualquier acuerdo político de Mario Cervantes Palomino es la militancia de Nueva Alianza, y si no cumplen con lo pactado, no duden que el mismo PRI haga uso del aparato jurisdiccional para librarse de ese lastre.