México, 28 Ene (Notimex).- De seguir la ideología del movimiento ’Zero Waste’ (Cero desperdicio), la basura que genera una persona en dos años debería caber en un jarro de 16 onzas.
’Es muy simple: reducimos lo que necesitamos, reutilizamos todo lo que podemos, enviamos poco para ser reciclados y compostamos lo que no podemos’, explicó Kathryn Kellogg, autora del libro ’101 maneras de ser cero desperdicio’ (101 Ways to Go Zero Waste).
Una persona produce en promedio dos kilos de basura, y de seguir con la propuesta de dicho movimiento que nada es desperdicio, todo se transforma, la basura que genera en dos años cabría en un jarro de 16 onzas.
En entrevista con Notimex, Kellogg comentó que el impacto que ese estilo de vida tiene, puede ayudar a mejorar la situación de la Tierra de manera considerable, ya que gran parte del consumo actual son bienes innecesarios.
Incluso este año los recursos que la Tierra produce de manera sustentable se habrán consumido para julio, en comparación al año 2018 que fue el 1 de agosto, de acuerdo con el Día del Exceso de la Tierra (Earth Overshoot Day).
La también youtuber del Canal ’Going Zero Waste’ comentó que reciclar no es la opción principal, ya que sólo nueve por ciento del plástico producido a lo largo de la humanidad ha sido reciclado.
Kellogg indicó que la propuesta del movimiento es una alternativa para evitar que toda la basura sea desechada incorrectamente, y destacó que es importante disminuir la dependencia hacia el plástico.
’Se trata de redefinir el sistema, actualmente vivimos en una economía lineal donde tomamos recursos de la Tierra y luego los tiramos en un agujero gigante en el suelo. El objetivo de Zero Waste es pasar a una economía circular, donde la basura quede fuera de la existencia, la economía circular imita a la naturaleza en que no hay basura en la naturaleza’, explicó.
En su opinión, este cambio puede empezar con reglas básicas: eliminar el uso de botellas y bolsas de plástico, no usar popotes y usar termos en lugar de vasos para comprar café o té.
Con estos cambios, consideró la escritora, se puede contribuir a mejorar la situación del planeta, y poco a poco ir agregando otros mediante la modificación de hábitos bajo la idea de reducir la producción de desechos.