México, 19 Ene (Notimex).- La ordeña de ductos desorganizada y rudimentaria, aquella que realizan comunidades ’a pico y pala’ sin ninguna protección, es la más peligrosa de todas y puede derivar en una fuente explosión como la ocurrida en Tlahuelilpan, Hidalgo, aseguró el director Nacional de Energía e Ingeniería Civil de la Universidad del Valle de México, Gerardo de Alba Mora.
’Por supuesto es peligroso, muy peligroso; los hidrocarburos son inflamables, hay que tener conciencia de ello. Corren mucho, mucho peligro, las personas que, de manera normalmente desorganizada, de manera inapropiada y sin medidas de precaución, hacen los orificios en los ductos’, explicó.
En un comunicado, el experto señaló que existen distintos tipos de ordeña o ’huachicoleo’, y que el realizado por los grupos organizados emplea recursos y tecnología para abrir los ductos y extraer el combustible, al grado que llegan a tener las características de una toma legal.
’En realidad no hay una forma de ordeña, hay muchas; desde la más rudimentaria a pico y pala, hasta las formas más sofisticadas en donde pareciera que fuera un punto de distribución propio de la red de ductos’, detalló.
Asimismo, alertó del riesgo que implica transportar gasolina en diferentes recipientes, como se ha visto en recientemente por la situación que se vive por el cierre de los ductos, lo que ha generado dificultades para miles de usuarios que desean adquirir gasolina en algunas entidades.
’Un mal manejo dentro y fuera de las refinerías, en un pozo petrolero, en cualquier punto es peligroso, incluso en una gasolinera, hay una serie de normas en una gasolinera que nos dicen no prendas cerillos, no hables por teléfono, etcétera, nada que pueda detonar alguna flama y que aquello explote’, destacó.
El director Nacional de Energía e Ingeniería Civil de UVM agregó que aproximadamente 80 por ciento de la distribución de gasolinas, diésel, turbosina y otro tipo de hidrocarburos en México se realiza a través de una extensa red de ductos, que mide más de 68 mil kilómetros, lo que ’equivale como a 1.8 vueltas a la Tierra en el punto mayor que es el Ecuador’.
Aproximadamente 92 por ciento de esta red es terrestre y el resto está en el mar; dependiendo el uso y el volumen de sustancia que transportan, los ductos pueden ser de distintos anchos, desde dos hasta 50 pulgadas, concluyó.