Texcoco, Estado de México, 14 de octubre del 2019
Destellos dorados escalaban las altas paredes de abobe y cal. Bailaban en las ventanas, puertas y cornisas de la avenida Juárez. Eran el reflejo de docenas de trompetas, tubas, trombones, cornos, clarinetes y saxofones que salieron a las calles de Texcoco para anunciar el inicio del 7° Festival Internacional Vientos de la Montaña 2019.
A las 14:00 del domingo 13 de octubre, los ecos de la montaña resonaron en siete puntos del municipio. Cuatro bandas sinfónicas, dos cuartetos y un ensamble fueron los encargados de pregonar, con música de viento, que la fiesta había comenzado.
Una hora más tarde, dichas agrupaciones se reunieron en la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Texcoco, desde donde salió un contingente de más de 150 músicos que desfilaron hasta el Jardín Municipal. Acompañada por los regidores, síndicos y directores, Sandra Luz Falcón Venegas, presidenta municipal de Texcoco, encabezó la marcha musical.
Ya en el Jardín, y luego de que las autoridades locales cortaran el listón inaugural, los integrantes de las bandas Hermanos Miranda, Sinfónica San Jerónimo, Jilguero de Oro y San Martín Caballero, de los cuartetos TEXZAX e IYOTL, así como del Ensamble Juvenil Nezahualcóyotl formaron un solo cuerpo musical que ofreció al público obras como la obertura de la ópera Guillermo Tell, la marcha Caballeros águila, el popurrí Jalisco y el pasodoble Siempre en verano.
Con aplausos y vítores, el público agradeció la calidad del espectáculo y pidió una pieza más al término del concierto. Para sorpresa de los asistentes, el destacado trompetista español Rubén Simeó se unió a la banda monumental y regaló una interpretación magistral que provocó una larga ovación.
Luego de este concierto, que fue aplaudido por más de 1000 personas, la presidenta municipal, Sandra Luz Falcón Venegas, realizó la inauguración oficial del 7° Festival Internacional Vientos de la Montaña.
“Estamos de fiesta en Texcoco y que mejor que festejarlo con los músicos de la montaña”, aseguró la funcionaria, pues los protagonistas del primer día de actividades del encuentro fueron los músicos texcocanos, en particular los de Santa María Tecuanulco, San Jerónimo Amanalco y Santa Catarina del Monte, comunidades de la zona de la montaña del municipio.
Resaltó que Texcoco siempre se ha distinguido de otras localidades del país por su cultura y tradiciones, por lo que es de vital importancia preservarlas a través de eventos como el Festival Internacional Vientos de la Montaña.
Por otro lado recordó que dicho encuentro surgió durante la administración de Delfina Gómez Álvarez, quien además estuvo presente en el evento. “Hace siete años, fue la maestra quien puso en marcha este festival, con el objetivo de honrar a nuestros músicos y transmitir a todas las comunidades del municipio lo que hacen los artistas de la montaña.
“Hoy, el festival está más consolidado que nunca, con una séptima edición de carácter internacional”. Y agregó: “Apostarle a la cultura, al deporte y a nuestras tradiciones es lo que nos hace sentir orgullosamente texcocanos”.
En su oportunidad, Gómez Álvarez coincidió con la actual presidenta municipal de Texcoco y señaló que la tradición de la música de viento en la zona de la montaña es tan arraigada que los niños “nacen con un instrumento bajo el brazo”.
Agradeció además a la directora de Cultura del H. Ayuntamiento de Texcoco, Rosana Espinosa Olivares, por darle continuidad a un proyecto tan ambicioso como el Festival Internacional Vientos de la Montaña. Dirigiéndose a los músicos, expresó: “Gracias por compartir con nosotros ese don de tocar las fibras más sensibles de los seres humanos a través de la música”.
Después de la inauguración oficial, se realizó la presentación de los músicos de distintas nacionalidades que, durante una semana, ofrecerán de manera gratuita clases
magistrales en diferentes puntos de Texcoco, esto como parte de la Academia Vientos de la Montaña.
En el acto estuvieron presentes el trompetista Rubén Simeó y el trombonista Ricardo Mollá, de España; el clarinetista Franck Russo y el fagotista José Enrique Castillo, de Francia; el tubista Patricio Cosentino, de Argentina; la piccolista Mariaceli Navarro, de Venezuela; el percusionista Alexander Radziewski, de Alemania; el oboísta Pedro R. Díaz, de Puerto Rico; así como el cornista Arturo Pantaleón Mendoza y el pianista Juan Antonio Santoyo, de México.
Ellos mismos fungieron como jurado del primer concurso de bandas sinfónicas que se realiza dentro del festival. La Banda Sinfónica Hermanos Arpide, de Santa María Tecuanulco, y la Banda Sinfónica Hermanos Miranda, de Santa Catarina del Monte, se enfrentaron en un duelo musical del cual resultó ganadora la primera de estas.
Durante la premiación, el maestro José Enrique Castillo ofreció un mensaje a las agrupaciones participantes. “Ambas bandas han hecho un trabajo estupendo en cuanto a la técnica y la afinación. Estamos muy contentos porque han puesto el corazón en sus interpretaciones”.
En su oportunidad, Pedro R. Díaz aseguró: “A mí me parece que el verdadero ganador es el pueblo mexicano que con tanto esfuerzo fomenta las artes. Todos (los maestros) viajamos mucho y no vemos lo que vemos aquí en Texcoco. El arte mantiene a las familias unidas y a los niños fuera de las calles”.
Otra de las actividades que el público pudo disfrutar el domingo fue la inauguración de la muestra Historia de la música en la zona de la montaña de Texcoco, coordinada por Arturo Herrera Herrera.
Esta exposición, que permanecerá hasta el 20 de octubre en la Galería de cristal del Faro Texcoco, está compuesta por una serie de fotografías, instrumentos antiguos, libros, partituras, discos y documentos que dan cuenta del origen de las bandas sinfónicas en el municipio.
Durante el recorrido por la exhibición, el historiador Arturo Herrera Herrera explicó a los asistentes que, según las investigaciones, las bandas sinfónicas comenzaron a formarse en la zona de la montaña de Texcoco a finales de la década de los años 20 del siglo pasado. Además, enseñó al público como funcionan algunos instrumentos antiguos que se utilizaban en las comunidades texcocanas previo a la llegada de las bandas, como la chirimía y el huéhetl.
Para cerrar con broche de oro el primer día de actividades del festival, la Camerata Juvenil de Alientos de San Jerónimo Amanalco y la compañía Pocus Locus ofrecieron una gala de circo en la que las acrobacias y malabares fueron musicalizadas en vivo, provocando los aplausos y las risas del público.