Redacción Contrapapel.- El líder de la organización criminal Guerreros Unidos, Mario Casarrubias Salgado, murió por Covid-19 la noche del domingo en un hospital militar en la Ciudad de México.
La Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa informó que a petición de Casarrubias Salgado, se encontraba preso en el Centro de Readaptación Social Número 1 “El Altiplano”
Los hermanos Sidronio y José Ángel, son considerados por la autoridad federal, como responsables de la desaparición de los 43 alumnos de la escuela Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, ocurrida en septiembre de 2014.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, detalló que Casarrubias fue trasladado el jueves 22, del penal del Altiplano, en el Estado de México al hospital.
En el nosocomio permaneció 48 horas intubado debido a la diabetes mellitus que padecía desde su ingreso al penal. Hace unos días, la defensa del narco promovió un amparo reclamando presuntos actos de tortura e incomunicación.
Patricio Leopoldo Vargas Alarcón, juez Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal, otorgó una suspensión de plano a Mario Casarrubias para que cesen los actos denunciados y pidió que el escrito fuera ratificado por el detenido, para saber si era su deseo promover la demanda, pero no se le pudo notificar.
El jueves 22, el juez recibió un oficio firmado por el Subjefe Jurídico Contencioso y de Amparo de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Sedena, donde informó que “fue confirmado con diagnóstico por covid-19 y su estado de salud era inestable.
En 2017 lo condenaron a 10 años de prisión por los delitos de portación de arma de fuego y por delitos contra la salud.
Según reportes de las autoridades, Casarrubias y su hermano Sidronio fundaron Guerreros Unidos, tras el asesinato de Arturo Beltrán, líder de la organización criminal Los Hermanos Beltrán.