Madre escribe desgarradora carta a su hijo feminicida. Juez: merecía condena de por vida

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Contrapapel.- “En qué momento te volviste un asesino”, escribió Érika a su hijo Braulio, sentenciado a cinco años de prisión por los asesinatos de sus hermanas de 12 y 7 años, y el intento de feminicidio de su propia madre, ocurrido a finales de 2020 en Tecamac, Estado de México.

A través de una carta, publicada por la activista Frida Guerrera, la madre de Braulio relató la relación con su hijo desde que nació, hasta que se convirtió en un feminicida capaz de asesinar a las dos hermanas que debía amar y proteger.

“¿En qué momento cambiaste tanto, en qué momento te volviste un asesino? Sabes que me dejaste muerta en vida con la ausencia de mis niñas, de mi niño, del saber que estás en ese lugar donde sé que no estás bien. No sabes cómo se me rompe el alma de sentir esta enorme soledad y tristeza, tristeza que me acompañará toda la vida”, escribió la mamá.

Érika recordó que Braulio, quien nació en 2003, fue fruto de su relación con Ruben, con quien también procreó a Yiyari, en 2008; y a Diana, en 2013.

Sin embargo, un año después del nacimiento de su última hija, ella decidió separarse de su marido, cansada de los agravios que él le propinaba y de los que sus primeros hijos eran testigos.

“Lo hice por mis hijos, por mis niñas, porque él siempre las hacía menos», señaló la mujer a la activista.

Tras la separación, Erika se mudó con sus hijos al municipio de Tecámac, en el Estado de México, pero cuando cumplió 12 años de edad, el hijo feminicida decidió irse a vivir con su padre.

No obstante, después de un tiempo Braulio volvió a la casa de su madre pues aseguraba que su papá lo maltrataba y que lo ponía a trabajar porque no iba a la escuela. Las idas y vueltas de Braulio se convirtieron en una constante y cada vez que aparecía, el dinero se perdía.

“Mis hijas muchas veces lloraban porque decían que Braulio sólo iba a robarnos el dinero de la despensa, pero era mi hijo, ni modo de cerrarle la puerta”, relató la mujer.

En junio de 2019, Braulio volvió a aparecer en la vida de Erika, quien para entonces tenía una nueva pareja y un bebé de tres años llamado Diego, con quienes vivía junto a sus hijas en la casa de Tecamac.

Como cualquier familia normal, Erika decidió dejar a Braulio en casa con sus hermanos, mientras salía a trabajar como encargada en un restaurante, pero horas más tarde la buscó porque el pequeño Diego “no se movía”. Érika regresó de su trabajo a su casa y encontró que el bebé no respiraba.

Aunque Braulio le dijo que había llamado a una ambulancia, cuando la madre vió a su bebé inconsciente empezó a buscar a su hermana, a sus vecinas, “llamaron a las autoridades y ahí supieron que nadie había pedido auxilio”.

Braulio quedó en calidad de detenido, pero las autoridades determinaron que Diego sufrió muerte de cuna.

“Muy en su interior, Erika intuyó siempre que Braulio había sido el causante de la muerte del bebé”, detalló Frida Guerrera.

Días más tarde, Diana le comentó a su mamá que el joven se había metido a un cuarto con Diego y lo tapó con una cobija, durmiéndolo “a fuerzas”.

El joven regresó a vivir con su padre y la nueva pareja de Érika se distanció porque quería evitar problemas, ya que siempre desconfió de Braulio.

Tiempo después, Braulio regresó de nueva cuenta a la casa de Érika, pero en esta ocasión lo hizo acompañado de una joven a la que presentó como su novia por lo que Erika habló con la menor y se puso en contacto con sus familiares para avisarles de su paradero, pero al día siguiente ambos habían desaparecido.

Con el paso del tiempo, Erika se enteró que su hijo llevó a su novia a Puebla para explotarla sexualmente. Braulio fue detenido y se le iba a imputar el delito de trata de personas, pero Rubén rogó a las autoridades para que lo dejaran bajo su cuidado, incluso firmó documentos donde se responsabilizó de él, por lo que las autoridades accedieron.

En noviembre de 2020, Braulio volvió con Erika, diciendo que era maltratado por Rubén. La mujer platicó con sus hijas y éstas dijeron que querían pasar Navidad en compañía de su hermano. La madre aceptó nuevamente al joven.

Erika pagaba para que cuidaran a sus hijas, pero un día ellas señalaron que se quedarían con Braulio. El trabajo de la mujer estaba a 10 minutos de su casa, por lo que llamaba cada hora y así se sentía tranquila, indicó Frida Guerrera.

Sin embargo, el 29 de noviembre de 2020, Érika se despidió de sus hijos Yiyari, Diana y Braulio, antes de irse a trabajar. El menor respondió: “Sí, ya, adiós, vete”.

Ese día, la madre llamó cuatro veces a sus hijos, pero no obtuvo respuesta y el restaurante estaba lleno de clientes, por lo que la jornada de trabajo se extendió hasta la medianoche.

Al terminar la jornada, los jefes de la mujer la llevaron a su casa, ella entró y no vio a Braulio, quien la esperaba despierto. Fue al entrar a un cuarto, cuando la madre encontró al menor ahorcando a una de las niñas.

Erika gritó y su hijo se le fue encima. “… Intentó asesinarme, me picó dos veces en las costillas, cinco en la cabeza y al final, luego de forcejear con él más de una hora y media, me golpeó con la cacha de una pistola. Perdí el conocimiento más de nueve horas”, narró la víctima a la activista.

Cuando la mujer despertó, Braulio ya se había ido.

Luego de varias semanas de búsqueda, Braulio fue capturado y el pasado 20 de septiembre fue sentenciado a cinco años de prisión por el feminicidio de sus hermanas y el intento de feminicidio de su mamá, condena que se le dio por ser menor de edad.

“El juez le hizo saber que merecía condena de por vida por todo lo que les hizo a las niñas, las torturó, las abusó sexualmente, las asesinó y dejó muerta en vida a Erika, quien escribió unas líneas para sus hijas y otras para el asesino de sus hijas”, explicó la activista quien dió a conocer la carta que Erika le escribió.

“[Braulio:] Quiero que sepas que desde que estuviste en mi vientre te quise tanto, estaba muy feliz, pues yo sabía que eras un niño. Cuando te tuve en mis brazos fui la mujer más feliz. Fuiste creciendo y eras un niño muy hiperactivo.

“Recuerdo muy bien cómo te cuidaba en la escuela para que te portaras bien, llegaste a tu adolescencia y empezaste a cambiar, tu inestabilidad, tu no querer estudiar, de agarrar dinero, de querer hacer lo que tu quieras y de quitarles la vida a tus hermanas y a tu hermano.

“¿En qué momento cambiaste tanto, en qué momento te volviste un asesino? Sabes que me dejaste muerta en vida con la ausencia de mis niñas, de mi niño, del saber que estás en ese lugar donde sé que no estás bien. No sabes cómo se me rompe el alma de sentir esta enorme soledad y tristeza, tristeza que me acompañará toda la vida”.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2020 hubo un total de 946 presuntos delitos de feminicidio a nivel nacional; en este 2021 se contabilizan 672.

Hasta septiembre de este año, el Estado de México se encuentra en primer lugar en feminicidios, pues registra 97; en segundo lugar está Jalisco, con 51 casos, luego sigue Veracruz, con 50, y después la Ciudad de México, con 42.