Naucalpan de Juárez, Edomex 02 de enero de 2020
Las personas no saben cuánto mal se ocasionan comiendo de más, comiendo de menos o no conteniendo el alimento que ya ingirieron y buscan la manera de sacarlo de su cuerpo, son tres males mentales que reciben el nombre de trastornos alimenticios, advirtió la nutrióloga clínica especializada Alejandra Rivas Vera.
“Los trastornos alimentarios son afecciones graves de salud mental, implican problemas serios sobre cómo se piensa sobre la comida y la conducta alimenticia. Se puede comer mucho menos o mucho más de lo necesario”, consideró la especialista adscrita al Hospital General de Zona 197 de Texcoco.
Al cuestionar sobre las razones que llevarían a una persona a padecer este tipo de afecciones, la nutrióloga indico que puede ser “la baja autoestima, los sentimientos de insuficiencia, falta de control de su vida, depresión, ansiedad, enojo y soledad”; detalló que los tres los tipos de trastornos alimenticios más comunes son los atracones de comida, la bulimia nerviosa y la anorexia nerviosa.
“En el primero (atracones) se come sin control, las personas siguen comiendo aún después de estar llenas. A menudo, comen hasta que se sienten muy incómodos, aunque después tienen sentimientos de culpa, vergüenza y angustia, si es un hábito recurrente puede causar aumento de peso y obesidad”.
Entre las consecuencias de estas prácticas destacan la disminución anormal en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, osteoporosis, debilidad muscular y deshidratación severa que puede afectar a los riñones.
“Las personas que padecen bulimia también tienen períodos de atracones, para posteriormente purgarse provocándose vómito o usando laxantes, abusan de la práctica de ejercicio o hacen largos periodos de ayuno, estas personas pueden tener poco peso, peso normal o sobrepeso”.
Afirmó que quien toca este punto padece desbalance electrolítico por deshidratación que puede llevar a latidos cardíacos irregulares, una posible falla cardíaca y muerte, ruptura gástrica potencial durante los períodos de atracón, inflamación y posible ruptura del esófago por vómito frecuente, caries dentales y destrucción de los dientes; movimientos intestinales irregulares y constipación crónica, úlceras pépticas y pancreatitis.
Por último, explicó, “quienes presentan anorexia evitan los alimentos, se los limitan de manera severa o comen cantidades muy pequeñas de algunos alimentos, tienen fija su imagen con sobre peso, pese a que estén extremadamente delgadas, aunque es el mal menos común, es el más grave, tiene la tasa de mortalidad más alta de cualquier trastorno mental”.
Esto provoca disminución anormal en la frecuencia cardíaca y la presión arterial con riesgo de falla cardíaca, osteoporosis, músculos débiles, deshidratación severa, males renales, debilidad, cabello y piel secas, entre otras.
La nutricionista Rivas Vera detalló que para abatir estos males hay que adaptarse a cada persona, por lo que es probable que tenga un equipo “que incluya médicos, nutricionistas, enfermeras y terapeutas, por lo que es necesaria una atención constante, algunas personas con trastornos alimenticios graves pueden necesitar estar en un hospital”, y pidió acercarse a los especialistas IMSS para un correcto tratamiento.