Edo. Mex. Ote. 01 de junio 2019.
El cáncer de ovario destruye la vida de las mujeres de una manera silenciosa, principalmente a partir de los 45 años. Es uno de los más agresivos en comparación con el cáncer de mama y el cáncer cervicouterino. Esta enfermedad implica el crecimiento de células anormales en el ovario, pueden invadir estructuras adyacentes al ovario o a distancia.
La doctora María Isabel García Argueta, ginecobstetra del Hospital General Regional 72 de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Edomex Oriente menciona que no existe una causa específica que ocasione esta enfermedad, pero sí existen factores predisponentes como las causas hereditarias y el tabaquismo. El no fumar es un hábito que disminuye la posibilidad de desarrollar cáncer de ovario.
El desarrollo inicial del cáncer es un tumor que se genera en el interior del ovario, esa célula anormal se multiplica al grado de formar un tumor dentro y en etapas avanzadas salir del ovario y diseminarse a otras estructuras como pueden ser hígado y pulmón, generalmente tumores a distancia, esto es, en las etapas terminales y se le llama cáncer metastásico.
Esta enfermedad es una de las más temidas debido a que no genera síntomas. Para comenzar a sentir molestias puede ser tan variable como de meses a años. Por ello es importante estar en constante revisión médica, acudir a un chequeo anual con nuestro ginecólogo de confianza y autoexplorarnos.
La especialista del Seguro Social rompió el mito que tienen algunas mujeres, que es pensar que todos los quistes son cancerígenos y añadió lo siguiente:
’En el ovario, por el hecho de ser mujer en edad reproductiva, vamos a tener la formación de quistes, esa es su función normal del ovario, a través de un ultrasonido convencional de una mujer en edad reproductiva, en cualquier día del ciclo vamos a ver imágenes quísticas que no exceden los cinco centímetros, pero si miden seis centímetros o más debemos preocuparnos porque ya es un tumor’.
Los tumores benignos son aquellos que no crecen en forma desproporcionada, ni agresiva, no producen metástasis y son más fáciles de combatir. Los tumores malignos son lo contrario, requieren de tratamientos más fuertes, por lo general causan la muerte.
El cáncer de ovario sí es curable si se diagnostica en etapas tempranas, en etapas avanzadas donde hay diseminación el tratamiento es extenso porque se tienen que realizar quimioterapias, radioterapias y cirugías.
Los tratamientos son muy agresivos, a tal grado que pueden dejar secuelas, por ejemplo: la cirugía extensa en una mujer joven ocasiona que no pueda concebir hijos, la quimioterapia afecta otras células normales porque tiene medicamentos que dañan el funcionamiento del hígado.
Además de no fumar, la ginecobstetra María Isabel García recomienda lo siguiente: ’Para prevenir el cáncer también se pueden utilizar anticonceptivos por periodos prolongados de cinco años, específicamente hormonales, tener hijos y realizarnos la salpingoclasia que es cuando se ligan las trompas, se amarran, se cortan, es el método definitivo en cuanto a planificación y es un factor de protección’.