Lo que se aprende en el área de educación del Hospital General de Zona (HGZ) 57 ’La Quebrada’ del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante dos años. le brindan al futuro Citotecnólogo Integral los conocimientos para diagnosticar cualquier amenaza de desarrollo de cáncer cervicouterino, lo que sería la diferencia entre la vida y la muerte de una mujer.
En la actualidad ’cada año son detectados en la República Mexicana entre cuatro y seis mil nuevos casos de cáncer cervicouterino (CaCu) y a diario son entre 11 y 13 las pacientes que pierden la batalla contra este mal’, dijo la Citotecnóloga Maritza del Consuelo Díaz Hernández.
En el IMSS a nivel nacional, existen 302 plazas de especialistas en diagnosticar el CaCu, de ellos 171 han emergido de las aulas del HGZ 57 ’La Quebrada’, que a su vez representan a 28 estados de os 32 que integra el país.
’Desde 1999 se ha llevado a cabo la formación del 57 por ciento de la plantilla institucional de Diagnóstico Oportuno Cáncer Cervicouterino, programa que inició institucionalmente en 1962; la demanda cubierta en 2018 fue de dos millones 516 mil cuatro estudios citológicos cervicales, área en la que rinden un diagnóstico y un millón 338 mil 882 estudios citológicos de diversos especímenes, de los que solamente se otorga un informe para que lo valore y dictamine un médico’, explico la Citotecnóloga a cargo del programa en la actualidad.
La mayoría de los alumnos son trabajadores IMSS, sin negar la oportunidad a hijos de los mismos trabajadores o personas que han realizado convenios con la Secretaría de Salud; la escolaridad mínima de ingreso es bachillerato o bien licenciatura trunca.
La aplicación de lo aprendido en teoría se lleva a cabo en los HGZ 57, 68 Y 76, así como en la Unidad de Medicina Familiar 52 de la Delegación México Oriente, así como en escenarios clínico educativos externos como el ’Hospital Juárez’ de la Ciudad de México, el Hospital Militar de Especialidades de la Mujer y Neonatología.
’Las asesorías que reciben nuestros estudiantes es por parte de siete médicos no familiares, siete citotecnólogos, un químico, un biólogo, un licenciado en informática, un psicólogo, un técnico bibliotecario y cuatro enfermeras auxiliares en Salud Pública’, detalló Díaz Hernández.
Además, gracias a los trabajos que han llevado a cabo los estudiantes, han sido publicados seis proyectos de investigación en revistas indizadas y la presentación de 16 trabajos de investigación educativa en diversos foros a nivel nacional e internacional.