México, 12 Abr (Notimex).- Las personas que dejan de fumar reducen a la mitad su riesgo de enfermedad cardiovascular, pero dejar el tabaco en un esfuerzo solitario puede hacer que las personas se sientan excluidas y que pronto abandonen la intención.
Si lo intentan en pareja, tienen una probabilidad seis veces mayor de éxito, según los resultados de un estudio presentado en Europrevent 2019, un congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).
La autora de la investigación, Magda Lampridou, de Imperial College London, Reino Unido, dijo que la mitad de los pacientes coronarios fuman y 90 por ciento de las personas con alto riesgo de enfermedad cardiovascular son fumadores, por lo que la ESC desaconseja el tabaco en cualquier forma.
Para evaluar el papel de apoyo que las parejas casadas o que cohabitan pueden tener en el intento de dejar de fumar, se realizó un análisis en el que se incluyó a 222 fumadores actuales con alto riesgo de enfermedad cardiovascular o que habían sufrido un ataque al corazón.
Al inicio, se les preguntó sobre el estado actual del tabaquismo, su historial en este hábito y los intentos anteriores para dejar de fumar.
Explicó que, el estado de fumador fue validado con una prueba de aliento de monóxido de carbono y durante 16 semanas, los participantes asistieron a uno de cuatro programas de cardiología preventiva.
A las parejas se les ofreció terapia de reemplazo de nicotina con parches y chicle, y en uno de los programas, los participantes podían optar por el medicamento con receta vareniclina.
Cuando terminó el estudio, se observó que 64 por ciento de los pacientes y 75 por ciento de los socios se abstuvieron, en comparación con ninguno y 55 por ciento al inicio, respectivamente.
Las probabilidades de dejar de fumar a las 16 semanas fueron significativamente más altas (5.8 veces) en las parejas que intentaron dejar de fumar juntas, en comparación con los que lo intentaron solos.
«Investigaciones anteriores han demostrado que los exfumadores también pueden influir positivamente en los intentos de su cónyuge para dejar de fumar, pero en este estudio el efecto no fue estadísticamente significativo», expuso Lampridou.
Mientras que en las personas que no fuman, existe un alto riesgo de que adopten el hábito de su pareja, agregó.
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