Contrapapel.- Un total de 135 mujeres privadas de la libertad que vivían en condiciones de hacinamiento en los módulos femeniles de los penales estatales de Ixtlahuaca, Jilotepec, Zumpango y Texcoco fueron trasladadas al penal de Nezahualcóyotl-Sur
La Secretaría de Seguridad (SS) a través de la Subsecretaría de Control Penitenciario, indicó que las reclusas fueron trasladadas con el propósito de dignificar su estancia en reclusión y de acuerdo con la Ley Nacional de Ejecución Penal.
Las mujeres que vivían en espacios de menos de 25 metros cuadrados y con solo dos baños fueron trasladadas en autobuses la noche del martes al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Nezahualcóyotl-Sur, que se rige bajo un enfoque con perspectiva de género y con servicios adecuados.
En el traslado participaron elementos de la subsecretaría en coordinación con el Poder Judicial, con quien se ha diseñado una estrategia jurídica; así como personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) y la organización de la sociedad civil “Reinserta” que acompañaron este proceso para verificar que el traslado digno de las mujeres, algunas acompañadas de sus hijos y otras embarazadas.
De acuerdo con la Subsecretaría de Control Penitenciario del Estado de México, en la entidad hay 2 mil 136 mujeres privadas de su libertad, las cuales estaban distribuidas en nueve centros penitenciarios mixtos y uno femenil.
Sin embargo, en los últimos años de la actual administración se han cerrado nueve dormitorios, con lo cual buscan mejorar las condiciones de internamiento de las mujeres y sus hijos, que pueden vivir con ellas hasta los tres años.
«Hoy terminamos con esta política -digamos- para dignificar la estancia de las mujeres privadas de la libertad del Estado de México», explicó Manuel Palma Rangel, director del control penitenciario.