Detectar pronto hipertensión arterial pulmonar facilita y abarata alivio

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Por Silvia Arzate Rodríguez

México, 24 Nov (Notimex).- A pesar de que la hipertensión arterial pulmonar estadio IV es potencialmente mortal y catalogada como una enfermedad rara, el Sector Salud de México no aplica el tratamiento con base en prostanoides que se suministra en otras partes del mundo y que representa 85 por ciento de supervivencia en pacientes en esa fase tardía.

Ante ese hecho Sergio Víctor Perrone, especialista del Departamento de Cardiología del Instituto de Investigaciones Neurológicas de FLENI Fundation, enfatizó que «cuando los gobiernos atienden con prioridad educación, seguridad, salud y trabajo, la población tendrá una vida sana y con calidad de vida».

Aseguró que «el presupuesto alcanza para el ramo de salud si se considera que bajarían notablemente los costos de medicinas y tratamientos, porque con un pueblo educado e informado se previenen y se detectan a tiempo las enfermedades”.

Reveló que el costo anual por paciente promedia entre un millón y millón y medio de pesos, y agregó que, si se atiende precozmente, no necesitará drogas extremadamente caras ni procedimientos invasivos para suministrar los fármacos y tratamiento.

Tras referir que en México la hipertensión arterial pulmonar afecta a más de tres mil ciudadanos y en el mundo a 25 millones de personas, explicó que el tratamiento con prostanoides es de vanguardia y mediante su aplicación es posible llevar a cabo la vasodilatación y vasoconstricción en una parte del sistema circulatorio. 

Enfatizó en la importancia de atenderla tempranamente para una cura eficaz, porque en el estadio IV es más difícil y la calidad de vida del paciente se demerita en gran medida. Por ello insistió en que no se tiene que esperar a que la enfermedad empeore, «no se debe llegar al estadio cuatro para poner todo el arsenal terapéutico de que se dispone”.

Advirtió que esperar a esa avanzada etapa inevitablemente implicará un esfuerzo mayor, el riesgo es más alto, la terapia es más agresiva y lo más seguro es que el pronóstico sea a pesar de todo bastante desfavorable.

Perrone explicó que los principales síntomas de la hipertensión arterial pulmonar son tres: falta de aire, presencia de labios azules y cansancio, mismos que podrían ser indicio de la presencia de este problema de salud.

La detección temprana se puede lograr con una amplia variedad de pruebas diagnósticas efectuadas por especialistas en cardiología y/o neumología, como son ecocardiograma, electrocardiograma, cateterismo cardíaco derecho, radiografía de tórax y examen de marcha y análisis sanguíneos.

Desafortunadamente el diagnóstico de esta enfermedad es complejo debido a que suele confundirse con enfermedades como asma, bronquitis crónica, neumonía y estados de estrés, lo cual retrasa el tratamiento y agrava la condición de quienes la padecen.

Con estos estudios, además de conocer ciertos factores de riesgo como colagenopatia, Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH/Sida), enfermedad de la sangre o pulmonar obstructiva crónica o si tiene antecedentes familiares con hipertensión arterial pulmonar, el especialista podrá detectarla en una etapa temprana, aseguró.

Explicó que en la fase uno de la hipertensión arterial pulmonar es cuando la persona realiza todas sus actividades sin ninguna o con mínimas molestias como ocasional falta de aire y mínimo dolor de pecho; mientras el estadio dos es cuando un ejercicio moderado como correr o subir escaleras causa molestias como falta de aire, dolor de pecho y mareos.

El estadio tres es cuando mínimas actividades como cambiarse, bañarse, peinarse, atarse las agujetas de los zapatos causan agitación, falta de aire y dolor de pecho. De igual manera el sentarse en la cama porque no se puede dormir acostado.

Lo ideal es detectar esta patología cuando la persona está en el estadio uno, la etapa mas temprana y es posible su cura con algún medicamento vía oral, insistió.