Manuel Godínez
Contrapapel.- “La madres de México no celebramos luchamos para que a nuestras hij@s tengan justicia”, expresó en un mensaje Lidia Florencio Guerrero, madre de Diana Velázquez Florencio, joven asesinada por su ex pareja hace más de tres años en Chimalhuacán, Estado de México.
Mientras cientos de miles de madres festejan este Día de las Madres en México, alrededor de 87 mil madres siguen en espera de tener información del paradero de sus retoños para volver a conmemorar un día que les fue arrebatado por la complicidad entre los grupos de la delincuencia organizada y la pasividad de las fuerzas del Estado.
Una de las madres que se encuentra clamando justicia, es precisamente Lidia Florencio, quien desde el 2 de julio de 2017, emprendió un largo camino –que no ha terminado-, para llevar tras las rejas al asesino de su hija de 24 años.
El caso se encuentra “atorado” por la ineptitud y las irregularidades cometidas por los funcionarios de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
El cuerpo de la joven fue inicialmente reportado como el cadáver de un hombre y apilado en la morgue de Nezahualcóyotl, donde quedó abandonado durante cinco días. Su hermana lo encontró una semana después de que el Ministerio Público tomara conocimiento del feminicidio.
“Le encantaba leer, nos gustaba mucho ir a los tianguis en bicicleta y se compraba muchos libros. En la casa aún hay muchos libros que son de mi hija. Dianita no tenía redes sociales, era muy reservada, no tenía amigas, solo un amigo y su novio”, declaró su madre el 24 de noviembre de 2020, durante la colocación del memorial de Diana.
Respecto a las detenciones, Lidia recordó que el 11 de agosto de 2020, fue vinculado a proceso el posible culpable, sin embargo el juez que lleva el caso desclasificó el delito de feminicidio a homicidio calificado, pues según las investigaciones la persona ahora detenida dice haber participado con otro hombre en el asesinato y violación de mi hija, es decir, “hay un feminicida libre y las autoridades no lo han detenido”.
Con miles de denuncias a cuestas, y con el compromiso de hacer justicia, el presidente Andrés Manuel López Obrador se desentendió de los muertos, y decidió hacer un festín al interior de Palacio Nacional.
Con motivo del Día de las Madres, el mandatario ofreció un concierto con la cantante Eugenia León como estelar; al exterior del Palacio, un grupo de familiares de personas desaparecidas se manifestó por la reforma a la Fiscalía General de la República.
Se trata de integrantes del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), quienes piden al mandatario que ejerza su facultad de veto contra varios aspectos al dictamen de reforma que, según ellos, “implican un retroceso en los derechos de las víctimas”.
En el lugar, fueron atendidos por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y por el Subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez.
El MNDM señaló que su objetivo es pedir al presidente que haga “uso de su facultad de veto legislativo con relación al proyecto que le fue remitido el pasado 29 de abril, para expedir una nueva Ley de la Fiscalía General de la República así como la reforma a diversas disposiciones legales, incluida la Ley General en Materia de Desaparición”.