México, 27 Mar (Notimex).-Los adolescentes que viven en ciudades con importantes niveles de contaminación tienen mayores probabilidades de sufrir experiencias psicóticas, como la sensación de ser espiados o de escuchar voces, que aquellos que residen en áreas rurales, según nuevo estudio.
Investigadores británicos efectuaron un estudio representativo con 2232 niños en áreas urbanas, semiurbanas y rurales de Reino Unido para determinar si su exposición a la contaminación del aire podría tener efectos más amplios más allá del corazón y los pulmones.
Los científicos encontraron que la asociación entre la residencia urbana y las experiencias psicóticas de los adolescentes se explica en parte por los altos niveles de contaminación del aire, pero que se necesita más investigación para determinar el alcance del impacto en el cerebro.
De acuerdo con los resultados del estudio, casi un tercio de los menores informaron haber sufrido al menos un episodio psicótico entre los 12 y 18 años, respuestas que los científicos compararon con estimaciones detalladas de la contaminación que cada adolescente enfrentó durante un año.
En áreas con los niveles más altos de emisiones contaminantes, como zonas de mucho tráfico vehicular, hubo 12 de cada 20 adolescentes que informaron sobre experiencias psicóticas, mientras que en las áreas con menor contaminación, sólo siete de 20 reportaron haberlas tenido.
En un artículo publicado en la revista especializada JAMA Psychiatry, los investigadores explican que los hallazgos se mantuvieron firmes incluso cuando se tuvieron en cuenta otros aspectos que podrían contribuir a esos episodios como problemas de salud mental, privación social, y el consumo de alcohol y drogas.
’Encontramos que las experiencias psicóticas de adolescentes serán más comunes en las áreas urbanas’, declaró la doctora Joanne Newbury, investigadora del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia, citada por la cadena pública de noticias BBC.
Aclaró que si bien el estudio no pudo mostrar que los contaminantes causaron los episodios, ’nuestros hallazgos sugieren que la contaminación del aire podría ser un factor contribuyente en el vínculo entre la vida de la ciudad y las experiencias psicóticas’.
Los investigadores creen que pequeñas partículas contaminantes podrían pasar de los pulmones a la sangre y luego viajar al cerebro, donde podrían desencadenar inflamación y contribuir a la mala salud mental.
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