Texcoco, Estado de México; 30 de julio de 2019
En 90 días de acción universitaria se pueden observar dos grandes tendencias que perfilan y definen a la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y una tercera que a pocos interesa:
1.a) El H. Consejo Universitario tomó la UACh como en un estado de sitio, como la Bastilla; se dibujó este, como pésimo organismo para administrar la universidad.
En 90 días no pudieron escribir un informe de 9 cuartillas que den cuenta de lo ocurrido en esta pequeña brecha de tiempo, pero de alto impacto a esta casa de estudios. Este órgano colegiado llenó todos los espacios de mandos medios y superiores, con cero resultados, no les dio tiempo siquiera aprender las normas básicas de trabajo. Pero eso sí, se llevan 90 días de salario por no hacer nada; y se llevan otros 90 días de indemnización (liquidación), le llaman algunos, por lo mismo, por no hacer nada en esos 90 días [Para la historia serán 180 días de atraco a la UACh, que nadie va a reponer]. Vaya como corolario de este pequeño episodio: En la huelga la UACh estuvo cerrada, pero se movía; en 90 días de pesadilla, esta casa de estudios estuvo abierta, pero paralizada.
1.b) La segunda enseñanza de 90 día de la toma de la UACh por el Consejo, se pudo observar una campaña a la rectoría de bajo perfil, los temas trascendentales no fueron tomados con la seriedad que se merecen; la profundización de los mismos tampoco llegó; y, los temas que se tocaron tampoco fueron trascendentales, quedarán para la posteridad, cuando su momento histórico los reclame.
1.c) Hay un tema que a muy pocos les interesa, y que sí es trascendental para la institucionalidad de la UACh. Se observa que es mucho más adecuado elegir al rector al final de un semestre, que coincide con el final del ciclo escolar; los que ya se van: pasan a votar; los que ya vienen aún no pueden, ni deben votar. El 8 de agosto debería ser institucionalizado para el cambio de rector, es lo mejor que le puede ocurrir a la UACh. Esta casa de estudios no tiene instituida una fecha fija de relevo institucional del mando. Si un rector es destituido el que lo sucede ocupa el cargo por 4 años, indistintamente de cuando lo inicie.
En un plan de institucionalidad, quien eventualmente lo pudiera relevar, por las causas o motivos que sean, en estricto rigor lo debería de hacer por el resto del mandato, para concluir, siempre en un 7 de agosto, e iniciar el siguiente, siempre en una fecha como el 8 de agosto.
Dicho sea de paso, y sólo como anécdota, cuando destituyeron a Alfonso Ríos Angeles, como rector, la UACh tardó 10 años en reponerse. Cuando destituyeron a Carlos Manuel Castaños [que hasta la ANUIES le metió la mano a la autonomía universitaria para vejarla], también como rector, la UACh tomó 20 años en reponerse [1989 – 2009] no pudo atar un Plan de Desarrollo, por esa razón de la sinrazón de plebiscitar por simple ardor visceral. Bienvenido sea el 8 de agosto para la institucionalización del relevo del mando en la UACh, y que sea esta un mínima señal de la ’4T’ en la UACh: la merece.
2.- El 8 de agosto la llegada del ’Nasciturus’
Efectivamente el 8 de agosto se verá ungido el hoy ’nasciturus’ rector electo. José Solís Ramírez será el rector que tome la dirección de la UACh por cuatro años [2019 – 2023] En este periodo lo trascendental que está por llegar es: i) finiquitar el Plan de Desarrollo Institucional de la UACh 2009 – 2025, para dejarlo en 2023 en su mínima expresión, como tema casi concluido; en una evaluación de portafolio se podría esperar un boceto del ex ante y ex post, que permita dar y rendir cuentas de cuánto se ha invertido y cuánto se ha avanzado, si respondió o no a su pertinencia social; ii) iniciar ya el boceto de la discusión del Plan de Desarrollo UACh 2025 – 2054; un plan plenamente consensuado lleva casi 6 años en ponerse de acuerdo, esa es la experiencia en la UACh, por ello 2019 es el año en el que inicias el finiquito del plan que tienes en curso e inicias con el plan ’B’, que será el sustituto del vigente.
En el año 2054 es el 200 aniversario de la ENA – UACh, la pregunta es ¿Cómo quieres llegar a esa fecha?; la mejor recomendación es la de insertarte en el debate de los temas que trascienden, eso te hará llegar [’bien parado’] a esa fecha. Dicho sea de paso, el PDI de la UACh 2009 – 2025 estuvo alineado con PND 2006 – 2012; con el PND 2013 – 2018 y con el PND 2019 – 2024; por ello mismo es de la mayor relevancia iniciar la discusión en 2019, considerando el alineamiento de la UACh con el desarrollo nacional que prevalecerá durante el periodo 2025 – 2054. En 2021 se sabrá si la ’4T’ va en serio o sólo fue un mero slogan de metacampaña.
3.- El morbo de ¿Quién será quien me quiera a mi?
En este momento, por naturaleza humana, más que por razonamiento del ’sapiens’ se tendrán puestos los reflectores en aquellos personajes que acompañarán al Dr. Solís en la Transformación anunciada de la UACh; que quizá si, o quizá no, acompañen a la ’4T’. La mejor forma de ilustrar la ’transformación’ es el cambio de la forma, sin que cambie en lo sustancial el fondo, es como un niño cambia a puberto, éste a maduro, luego a postmaduro y finalmente a senil. O también de como la serpiente cambia de piel sin cambiar ni su forma ni su fondo, ese cambió es de apariencia.
El que esto escribe, no tiene ni voz ni voto en el tema, es a quién menos deben creerle; pero es quién hace uso del razonamiento para decir y escribir lo que aquí se ofrece, que se piensa bueno, y de lo mejor que puede ocurrir para la UACh.
Aclarado lo anterior sería bueno:
El Ing. Antonio Arroyo Guadarrama, para administrador de la UACh 2019 – 2023;
El Dr. Aureliano Peña Lomelí para dirigir la academia de la UACh, ha sido un buen pararrayos;
Para la cultura, no hay uno culto que valga la pena. Pero quizá Pablo Raymundo Tenorio sea el más perspicaz para esta tarea;
Para las finanzas, Patronato, lo recomendable es que ningún académico le meta la mano a los dineros, que sea un financiero, contador, administrador, o economista, ajeno a la casta que siempre desde ahí ha echado a perder a los aviesos y traviesos ’académicos’.
Como corolario dejaremos como reflexión el dicho de Juan Calivá, de la Universidad de Iowa: ’Cuando una universidad nombra a un académico como administrador, ésta pierde doble: pierde un extraordinario docente, pero gana un pésimo administrador’.