Dos días después del incendio en la Central de Abasto de Toluca, que dejó como saldo nueve personas muertas, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) detuvo a nueve personas.
De los nueve presuntos responsables, cuatro fueron detenidos el día de los hechos y se trata de los guardias de seguridad privada; los otros cinco, son integrantes de la Mesa Directiva, todos, de la Central de Abasto.
Los directivos fueron trasladados del Centro de Justicia de Lerma al Centro Penitenciario y de Reinserción Social (CPRS) de Santiaguito, en Almoloya de Juárez donde son procesados por el delito de homicidio.
Una de las hipótesis que tienen las autoridades es un posible conflicto interno entre comerciantes, por lo cual quedaría descartada la participación de grupos del crimen organizado.
Presuntamente, los cinco sujetos organizaron y ordenaron la agresión, hicieron detonaciones con armas cortas y quemaron los espacios en los que se encontraban los comerciantes minoristas.
“La administración recurrió a amenazas abiertas y directas, llegando a simular un cateo en su contra para supuestamente localizar drogas en los locales que posteriormente incendiaron y a realizar actos de extorsión a través del responsable del Jurídico quien les advirtió y dio ultimátum de que de no irse los sacaría a como diera lugar”, relató la FGJEM.
“También se sabe que el servicio de energía eléctrica de las instalaciones fue deliberadamente suspendido previamente. Tampoco se permitió el libre acceso de los agresores y más grave aún, se facilitó su escape a través de las salidas que el propio personal de seguridad privada controla de manera.
“Por si fuera poco, el personal de seguridad privada no permitió el acceso a las autoridades para atender la emergencia, obstaculizando así el debido auxilio a las víctimas”, añadió la autoridad.
