Manuel Godínez
Contrapapel.- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculó que, alrededor de 26 millones de empleos se han perdido en América Latina y el Caribe a causa de la pandemia por Covid-19, según un informe del organismo.
El 2021, sostiene la OIT, arrancó con un panorama laboral «complejo» y «agravado» por las nuevas olas de contagios y los lentos procesos de vacunación que hacen más inciertas las perspectivas de recuperación en materia laboral.
«La búsqueda de una mejor normalidad va a requerir de acciones ambiciosas para recuperarnos de los retrocesos en el mundo del trabajo», advirtió el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, que se debe optar por la generación de oportunidades de trabajo decente para que el 2021 «sea el año de la vacunación y de la recuperación económica con generación de más y mejores puestos de trabajo».
El director regional consideró que la clave para abordar las condiciones laborales preexistentes en la región, las cuales explican buena parte de la magnitud del impacto de la contingencia sanitaria en el empleo latinoamericano.
«Muchos de los desafíos que teníamos antes de la pandemia continúan vigentes, aunque ahora son más urgentes», aseveró.
Entre otros factores característicos de la región, el representante de la OIT apunta la alta informalidad, los reducidos espacios fiscales, la persistente desigualdad, la baja productividad y la escasa cobertura de protección social, todo ello sumado a problemas como el trabajo infantil y forzoso.
Los impactos en el trabajo más graves en el segundo trimestre de 2020, cuando los indicadores de ocupación y participación se desplomaron, y luego se recuperaron parcialmente.
Para finales del 2020, la tasa de ocupación se había reducido de 57.4% a 51.7%, una caída equivalente a más de 20 millones de personas, salieron de la fuerza laboral latinoamericana. La caída de empleos, se elevó de un 8.3% hasta el 10.6% en 2020.
La OIT indicó que este déficit del trabajo formal se hará más evidente en ciertos grupos poblacionales como los jóvenes y las mujeres, los cuales «exhiben mayores dificultades para insertarse en un puesto formal».
«Las perspectivas de recuperación económica para 2021 son modestas y aún muy inciertas, por lo que las expectativas acerca de una posible reversión de la situación crítica del mercado de trabajo deberían ser muy cautelosas», concluyó Maurizio.