Redacción Contrapapel.- Pese a los avances de la medicina en el mundo, cada 30 segundos muere una persona en el mundo de hepatitis, virus que provoca inflamación en el hígado y que posteriormente, ocasiona cáncer.
En total, en el mundo existen 325 millones de personas viviendo con esa enfermedad, desafortunadamente, nueve de cada diez no saben que la padecen, según Roberto Vázquez Campuzano, profesor de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Aunque claramente no presentan síntomas concretos, cuando se presenta fiebre, fatiga, pérdida de apetito, náusea, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces color arcilla, dolor en las articulaciones y coloración amarillenta de la piel y los ojos, se debe acudir lo más pronto posible al médico.
Cuando es crónica, aseguró el médico de la UNAM, comienzan a aparecer de dos semanas a seis meses después de haberse infectado; si es crónica, acota, es probable que los experimente varios años después y provoca complicaciones como cirrosis (cicatrización del hígado), insuficiencia hepática y cáncer de hígado.
El también director del Departamento de Enfermedades Emergentes y Urgencias del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) de la Secretaría de Salud, explica que existen cinco tipos de hepatitis con grado progresivo de gravedad (A, B, C, D y E) y más de 20 virus asociados a este padecimiento.
En México, explica, la hepatitis tipo A tiene una prevalencia de aproximadamente 70% en el país, lo que significa que siete de cada 10 personas han tenido contacto con este virus que se transmite comúnmente por la contaminación de agua o alimentos con materia fecal.
La infección, añade, se adquiere durante la infancia, la mayoría de los niños no desarrolla síntomas y pasa inadvertida.
Vázquez Campuzano menciona que en la hepatitis B la prevalencia es de 4.5%; menos de 0.2% son portadores crónicos. De los niños menores de cinco años que la adquieren, destaca el universitario, 90% se convierten en portadores crónicos, y la mayoría va a desarrollar cirrosis o cáncer. Por eso es importante aplicarles la vacuna pentavalente.
Para la hepatitis C es, prosigue, el 2%. “Aquí el problema más grave es que 85% de quienes sufren la infección se convierten en portadores crónicos y tienen riesgo de desarrollar cirrosis o carcinoma hepatocelular (cáncer de hígado) de 15 a 25 años después de la infección”.
Y sobre hepatitis D, el especialista que lleva 30 años trabajando con esta enfermedad, asegura que no ha visto un solo caso en México.
“No sabemos cuál es la prevalencia porque está estrechamente asociada al virus de hepatitis B. En el caso de hepatitis E estimamos que la prevalencia en México es de 15%, y también se transmite por vía fecal-oral”, agrega.
Para prevenirla, recomendó lavarse las manos, comer alimentos que no se cocinen en vía pública, desinfectar frutas y verduras, tener cuidado al entrar en contacto con la sangre y usar métodos barrera en las relaciones sexuales.