2018: Los errores del Partido Verde en Texcoco

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En la elección municipal en Texcoco, en 2018 el Partido Verde dio una gran sorpresa. Pasó de un partido que no tenía presencia a la segunda fuerza electoral.

El PVEM fue encabezado por Jesús Cuanalo, empresario ambientalista, quien de acuerdo con ciudadanos ofreció una alternativa distinta tanto en el perfil y el discurso político, como en su estrategia de campaña.

Ante la falta de confianza a sus dos coordinadoras de campaña invitadas, Cuanalo Araujo terminó siendo su propio coordinador, junto con un muy cerrado equipo que de hecho, operaba fuera de su casa de campaña.

Técnicamente todas las estrategias e ideas y el seguimiento surgieron del empresario y de ese pequeño círculo.

Ser candidato y llevar el control y seguimiento de todo debió ser extremadamente agotador, detalló su círculo cercano.

Efectivamente el equipo de trabajo debe de reflejar las ideas y postura del candidato, pero es imperante que un profesional dirija su campaña.

El grupo cercano conformado por personas de buena voluntad, pero en su mayoría no provenientes de la política, dieron una gran batalla, coincidieron políticos de Texcoco.

En su cuarto de trabajo, empresarios y jóvenes profesionistas y en la calle mujeres y hombres de familia luchando por generar un cambio en Texcoco, fue la consigna de Jesús Cuanalo.

El verde invitó a dos coordinadoras de campaña: Iliana Marin y Paty Alvarado, ex priístas, con muy poca experiencia e idea en contienda electoral. A la larga ambas mostraron desapego y poca lealtad al proyecto y tal vez previendo eso Cuanalo nunca les confió la estrategia, ni el control del equipo, ni de la campaña. Se podría decir que solamente ocuparon el escritorio principalmente para relaciones públicas.

Por otro lado, muchos señalan cómo un desacierto que le propusieran como primer regidor a David Dávalos emanado de las filas del Movimiento Antorchista. Organización que le restó más votos que los que aportó. No tenía relación el perfil de Cuanalo con esa organización, actuaban separados como el agua y el aceite y su ruptura fue inevitable.

Ahora el PVEM mostrará lo que puede lograr sin tener relación alguna con esa organización.

La falta de experiencia culminó en un desorden el día de la elección con la estructura que debía cuidar las casillas. Sus coordinadoras no tuvieron ni la más remota idea de que hacer antes, ni durante el proceso.

Hay una gran expectativa por saber si Cuanalo y su equipo darán continuidad al proyecto que empezó hace 3 años. Sin embargo ahora se acompaña de profesionales en el tema y él y su equipo ya cuentan con la experiencia vivida, cómo para capitalizarla y enfrentarse a lo que parece que será una contienda únicamente entre dos fuerzas políticas: el Partido Verde y Morena. Pues el PRI no reunió cuadros fuertes para este 2021 y el PRD y el PAN están muy fracturados, se fueron hasta cuarto y quinto lugar en 2018 y se les ve muy pocas posibilidades.